El amor no se define por color, credo, ni género.
Soy la madre que no se le permite visitar a los hijos que dió a luz, cuidó y crió. La corte dice que no cumplo los requisitos de una madre porque ahora vivo con otra mujer.
Soy el muchacho que nunca terminó el bachillerato porque todos los días me llamaban maricón.
Soy la muchacha que botaron de su casa porque le confesó a su mamá que era lesbiana.
Soy la prostituta trabajando en las calles porque nadie quiere contratar un transexual.
Soy la hermana que abraza fuertemente a su hermano gay durante largas noches de miedo y llanto.
Somos los padres que enterraron a su hija mucho antes de lo debido.
Soy el hombre que murió sólo en el hospital porque no le permitieron a quien fue mi pareja durante 27 años acceso al cuarto.
Soy el niño huérfano que se despierta de pesadillas donde lo remueven del único hogar donde le han mostrado amor, simplemente porque tiene dos papás.
Cómo desearía que me adoptaran. Yo no estoy entre los que han tenido suerte. Me suicidé solo semanas antes de graduarme de bachillerato. Ya no podía aguantar más.
Somos la pareja que el dueño del apartamento dejó plantada cuando se enteró que queríamos alquilar un cuarto para dos hombres.
Soy la persona que nunca sabe qué baño utilizar si quiere evitar ser reportado a la gerencia.
Soy la sobreviviente de violencia doméstica que se dió cuenta que el sistema de apoyo se tornó frío y distante cuando se enteraron que mi pareja abusiva era también una mujer.
Soy el sobreviviente de violencia doméstica que no tiene sistema de apoyo alguno al cual acudir debido a que soy un hombre.
Soy el padre que nunca ha abrazado a su hijo porque crecí con miedo a mostrarle afecto a otros hombres.
Soy la maestra de economía doméstica que siempre deseó ser maestra de deportes hasta que alguien le dijo que sólo lesbianas hacen eso.
Soy la mujer que murió cuando los paramédicos dejaron de tratarla al enterarse que era un transsexual.
Soy la persona que se siente culpable porque pienso que podría ser una mejor persona si la sociedad no me aborreciera.
Soy el hombre que dejó de asistir a la iglesia, no porque dejé de creer, sino porque le cerraron las puertas a los de mi clase. <--- eso no fue 'DIOS ES AMOR'
Soy un guerrero sirviendo a mi país, pero no puedo revelar mi verdadero estilo de vida porque ser gay no está permitido en el ejército.
Soy la persona que tiene que ocultar y reservar para sí lo que este mundo más necesita: amor.
Soy la joven que se avergüenza de confesarle a sus amigas que soy lesbiana, porque constantemente hacen bromas de ellas.
Soy el joven amarrado a una verja, golpeado brutalmente y abandonado a mi suerte porque dos hombres 'machos' querían 'darme una lección'.
YA BASTA DE HOMOBIA
SÍ A A LA DIVERSIDAD